2 canales de Youtube que me encantan e inspiran

¿No os ha pasado nunca que al acabar de ver un vídeo en Youtube os sentís inspirados y con ganas de ser productivos? Aunque suene estúpido a mi me ha pasado viendo algún que otro vídeo aleatorio, pero sobre todo me ocurre con dos canales cada vez que veo sus vídeos. Empezando con cosas tan simples como ponerme a recoger mi habitación o la casa en general, y acabando imaginándome mi vida ideal en el futuro. Soñar es gratis, ¿no?

¡Nieve! O no...

Esta mañana estaba yo desayunando tan tranquila cuando he recibido una llamada de mi prima que llamaba para preguntarme que si la acompañaba a ella y a su pareja a "la nieve". Al principio no sabía muy bien de qué estaba hablando por lo que le pregunté que a qué se refería. Volvió a repetirme lo mismo y como vio que seguía sin entender nada me dijo: "¡A Navacerrada!". Yo nunca antes había estado en Navacerrada y como se ofrecieron a llevarme acepté la invitación y aunque parezca una tontería me hacía bastante ilusión ir porque llevaba bastantes años sin ver nieve.

El problema es que cuando llegamos al puerto de Navacerrada nos dimos cuenta de que no había nieve... ni siquiera un poquito. ¡Se había derretido toda! Y como si fuera una niña pequeña, toda la ilusión que tenía se desvaneció en un momento. Yo quería ver nieve, y no había nada. Pero como tampoco era para tanto, lo dejé pasar y me conformé con un día de senderismo. Además íbamos con una compañera perruna, que es la mascota de mi prima, y yo siempre disfruto la compañía de animales.

Comenzamos a andar para llegar a los senderos y al subir un poco de cuesta vimos que habían pequeños restos de nieve junto al telesilla. No era exactamente lo que esperaba pero bueno, algo es algo. Supongo...

Una de mis mayores inseguridades: hip dips (caderas de violín)

Una de las mayores inseguridades que he tenido desde adolescente han sido mis caderas. Siempre pensé que eran demasiado grandes y que era porque me sobraban algunos kilos pero que se irían una vez me pusiese en forma y perdiese un poco de peso. En ese entonces ni siquiera sabía que este tipo de caderas existían. Pensaba que todos los cuerpos de mujer tenían, en mayor o menor medida, la típica forma de botijo. Era muy ignorante de la cantidad de cuerpos diferentes que hay no solo en mujeres, y aunque sean menos comunes y apenas se noten, son también normales en hombres.

No fue hasta años después cuando descubrí que este tipo de caderas son bastante comunes entre las mujeres, y que además son completamente naturales. No importa cuál sea tu peso, las vas a tener igual. Se trata de como están formados los huesos en tus caderas y no es grasa que se acumula en los costados. Saber eso fue como recibir una buena y mala noticia al mismo tiempo. Buena porque al ser algo natural es algo que se escapaba de mi poder y no tenía nada que ver con que tuviera malos hábitos alimenticios o una vida sedentaria, y mala por entender que es algo que estaría ahí siempre y no se podría cambiar. Lo único que me quedaba era aceptarlo y no darle la importancia que en el fondo sabía que no tenía, pero esto me llevó mucho tiempo entenderlo.

Este no es mi cuerpo.