No fue hasta años después cuando descubrí que este tipo de caderas son bastante comunes entre las mujeres, y que además son completamente naturales. No importa cuál sea tu peso, las vas a tener igual. Se trata de como están formados los huesos en tus caderas y no es grasa que se acumula en los costados. Saber eso fue como recibir una buena y mala noticia al mismo tiempo. Buena porque al ser algo natural es algo que se escapaba de mi poder y no tenía nada que ver con que tuviera malos hábitos alimenticios o una vida sedentaria, y mala por entender que es algo que estaría ahí siempre y no se podría cambiar. Lo único que me quedaba era aceptarlo y no darle la importancia que en el fondo sabía que no tenía, pero esto me llevó mucho tiempo entenderlo.
![]() |
| Este no es mi cuerpo. |
El complejo que tuve fue tal que me provocó desordenes alimenticios, me hizo probar montones de dietas diferentes e incluso ayunar para perder peso y poder deshacerme de ellas. Además, mi metabolismo es lentísimo y aunque comiera poco e hiciera ejercicio no veía resultados. Como nunca logré mi objetivo opté por evitar ropa ajustada para ocultar la forma de mis caderas. La mayoría de mis camisetas eran anchas por debajo del pecho y nunca me permití comprarme ropa que me gustaba por esa razón. Con los vestidos también me ocurría mucho, y eso que los llevaba solo en ocasiones especiales y no eran prendas comunes en mi armario. Veía vestidos ajustados preciosos pero cada vez que me los probaba aparecían esos dos grandes bultos en los costados que me hacían recordar el por qué no compraba ese tipo de ropa.
Lo que caracteriza a este tipo de caderas es que tienen una hendidura entre el muslo y los huesos de la pelvis, lo que hace que su forma no sea redondeada como el tipo de cuerpo con forma de botijo que mencioné al principio. Al parecer el término en español más correcto para referirse a las caderas de violín es "depresión trocantérica", y estas están determinadas por la forma de la pelvis de cada uno, por lo que pueden variar entre cada persona.
Es cierto que existen ejercicios que se pueden realizar para conseguir que sean menos prominentes pero no siempre funcionan, y aunque así fuera la desigualdad no desaparecería del todo. Como ya dije antes, es una característica natural y la única manera de deshacerse de ella es pasar por una clínica estética.
Ojalá un día tenga este tipo de confianza y logre sentir lo que es darle cero importancia (la que de verdad se merece) a mis caderas. Y si se la doy, que al menos sea positiva:


No hay comentarios:
Publicar un comentario