Me prometí a mí misma que escribiría más, en mi diario físico o en el blog, para desahogarme y para expresarme cuando sienta la necesidad. Porque siempre es mejor hacerlo rápido cuando los sentimientos están frescos que hacerlo días o semanas después intentando recordar lo mejor posible todo lo que puedas. Fallé en cumplir esta promesa y no porque me pusiera excusas, es que ni siquiera se me pasó por la cabeza escribir en los últimos meses.
Lo que sí he pensado últimamente es en que cuando me ocurre algo, ya sea bueno o malo, le doy vueltas constantemente y lo tengo organizado todo en mi cabeza como si fuera una biblioteca ordenada cronológicamente pero lo que quiero hacer es escribir todo eso y tenerlo sistematizado por escrito porque con el paso del tiempo se me van olvidando pequeños detalles poco a poco y no quiero que llegue hasta el punto de olvidar por completo recuerdos y experiencias.
Este año voy a estar más activa en redes sociales y voy a compartir algunas experiencias. Estoy segura de que va a ser mucho mejor que el anterior y tengo muchas ganas de afrontar todo lo que sea. También tengo claro que me voy a enfrentar a momentos difíciles que van a requerir mucho trabajo y disciplina por mi parte pero estoy muy mentalizada y preparada para ello. De verdad tengo muchas ganas de hacer todas esas cosas que tendría que haber hecho hace años como cualquier joven de mi edad y que me ha tocado experimentar ahora. Pero mejor tarde que nunca. Yo estoy agradecida.
Por tiempos mejores. 🙂
